Redacción/Tepic,
Nayarit,México.-Analizando el tema de los hechos de violencia que se suscitaron
los últimos días en los municipios del norte del estado de Nayarit y en Tepic
su capital ;si recordamos hace cuatros años se recrudecieron los
enfrentamientos armados entre células del crimen organizado contra el ejército,
la marina armada de México y la reciente creada policía Nayarit en aquel entonces.
Es de destacar
que curiosamente se combatió con dureza a las células que conformaban un solo
cartel, que fue el de Sinaloa, representado en Nayarit por la triste celebre
banda delincuencial de los “Pelochos”, esto permitió que se fortalecieran en la
Entidad, los carteles antagónicos principalmente los Beltran-Leyva y su brazo
armado “Los Mazatlecos” y las células pertenecientes al Cartel de Jalisco Nueva
Generación.
Ahora bien, se
debe subrayar que el fenómeno del crecimiento de narcotráfico y todas las
vertientes del crimen organizado, siempre va a la par de la complicidad de los
tres niveles de gobierno federal, estatal y municipal, por lo que Nayarit no
fue la excepción.
Al respecto cito
un reporte del 2015 de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos(DEA), en el que
se afirmaba los carteles de los Beltran Leyva y el CJNG, se repartían en
Nayarit la operación del trasiego y narcomenudeo de drogas, extendiendo
prácticamente su presencia en todos los municipios del Estado de Nayarit.
Una vez que
termino la disputa territorial de los carteles y el cese de hostilidades en la plaza de Nayarit, esto fue de acuerdo a fuentes confidenciales
consultadas gracias a una narcocumbre donde participaron todos los jefes
regionales de plaza, incluidos los recientemente ejecutados en la denominada “Operación
Barcina”, fue ahí donde se hizo reparto
de territorios, todo esto con el visto bueno de las autoridades encargadas de
la procuración de justicia de Nayarit, trayendo como consecuencia una
significativa disminución de los delitos de alto impacto como las ejecuciones, secuestros
y extorsiones, situación que se aprovechó políticamente por los gobernantes en
turno para cacaraquear esa trillada frase de que Nayarit no era tierra fértil
para la delincuencia, aunque la realidad fuera otra totalmente distinta.
¿Qué paso entonces?
¿la guerra por la disputa por la plaza volvió a Nayarit? ¿o más bien nunca se
fue?, pues tan solo en hace unos días hubo alrededor de 22 ejecuciones, unas
hechas por operativos de las fuerzas de seguridad federal y otra por pugnas
entre narcomenudistas, destacando las ejecuciones extrajudiciales de las
cabezas visibles de los autonombrados mazatlecos, Juan Francisco Patrón Sánchez
El H2 y su sobrino el H9 ,quienes de acuerdo a reportes de inteligencia se les
acusó de ser los autores materiales e intelectuales del ataque a las fuerzas
armadas ocurrido el 30 de Septiembre del año pasado en el Estado de Sinaloa, con lo que firmaron su sentencia de
muerte.
No se necesita
ser especialista en términos del narcotráfico, para deducir que aparentemente
se le está limpiando el camino a algún otro cartel en el Estado de Nayarit, pues nuestro Estado por su situación
geográfica siempre ha sido un lugar clave para el trasiego de drogas hacia los
Estados Unidos, es de remarcar que la “eficaz” estrategia implementada por las
fuerzas de seguridad federal, de no detener a los presuntos delincuentes, si no
de ejecutarlos extrajudicialmente, se debería a que había el temor fundado de
que estos una vez detenidos pudieran revelar los presuntos nexos del crimen
organizado con las altas esferas del poder político en Nayarit.
Pero finalmente
se mueren unos, pero llegan otros a ocupar su lugar como carne de cañón, ya que
mientras no se resuelva tanto en Nayarit como en el País, las verdaderas causas
de la desigualdad social como son el desempleo, pobreza, marginación,
desintegración familiar y la pérdida de valores entre la juventud, las cifras
de ejecuciones y delitos relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico
seguirán creciendo exponencialmente sin remedio.
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