GERARDO E. VARGAS ORTEGA/ Periodismo Nayarita
Tecuala, Nay, 15 Abril.- Era comandante de la policía municipal, tenia una esposa embarazada y dos hijos pequeños, le gustaba su trabajo era honesto se sentía orgulloso del mismo muy a pesar del bajo salario y las malas condiciones en la que desempeñaba sus funciones, no obstante el alto riesgo del mismo sabiendo además de antemano que diariamente arriesgaba la vida. Recientemente se habían corrido rumores en la ciudad de que los Zetas habían llegado a apoderarse del negocio de la distribución de drogas al menudeo, sin embargo el Procurador del Estado comento en ese entonces al respecto de esos rumores, no crean esos mitotes ahora cualquier pende…. es zeta, seguramente es algún grupo de guebones que se quieren aprovechar del temor de la gente para extorsionarla y sacar algún provecho económico. Pero la realidad era otra últimamente se empezaban a ver transitar carros lujosos del año con vidrios polarizados , existía el temor entre todos los agentes municipales de por alguna circunstancia del destino toparse con esos mafiosos era una muerte segura por lo que preferían evadir el tema. Es un secreto a voces donde se encuentran las famosas tienditas la gente sabe, las autoridades municipales también , la prensa local por el mismo tenor. No obstante todos callan por el temor a las represalias, la mayoría dice que es mejor no meterse con esa gente que tiene finta de malandrines y que no se tienta el corazón para matar algún cristiano. Volviendo a la historia de nuestro personaje el comandante junto con varios de sus compañeros como de costumbre estaba de guardia, como a las 11 de la noche se recibió una llamada telefónica para informar que cerca de la plaza principal se había producido un accidente de tránsito parecía una cuestión de rutina, es un problema de borrachos comentaron entre si, se subieron a la patrulla se trasladaron al lugar de los hechos, eran tres elementos de la de la policía municipal uno de ellos el comandante , cuando llegaron estaban discutiendo varios sujetos por lo que optaron por detenerlos para que las cosas no pasaran a mayores, una camioneta lujosa se acercó al lugar del percance con seis hombres en su interior, se bajan y empiezan a discutir fuertemente con los uniformados, uno de los sujetos dice con voz amenazante no saben con quien se metieron aquí se los va a cargar la ver…..de pronto sacan de entres sus ropas armas de grueso calibre el comandante y los municipales saben lo que ocurrirá están en gran desventaja tanto numérica como de armamento y sin ningún chaleco antibalas, les disparan a quemarropa el comandante cae abatido y muere al instante los otros dos policías quedan gravemente heridos, los sujetos se retiran del lugar a gran velocidad en la camioneta, los vecinos se acercan al lugar de la balacera llaman a una ambulancia los otros dos policías heridos son traslados al hospital. El cadáver del comandante fue trasladado al patio central de la presidencia municipal en donde recibiría un homenaje por haber caído en el cumplimiento de su deber, son varios los oradores, todos diciendo el mismo discurso trillado para estos casos, que era una perdida irreparable, que era un policía extraordinario, que los homicidas serian castigado con todo el rigor de la ley, que se apoyaría a la familia del finado en todo lo que necesitaran dando por terminado el acto con el acostumbrado minuto de aplausos, antes de retirarse a sus labores un policía murmura al comandante no lo asesinaron los sicarios, si no la negligencia de las autoridades tanto municipales como estatales, estas son las verdaderas responsables de su muerte, pues son las que nos mandan a la calle a combatir supuestamente al crimen, sin la mayor preparación ni el armamento necesario para dar una batalla en igualdad de circunstancias contra estos delincuentes.
P.D.- Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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